jueves, 9 de junio de 2011

POR FIN EL HOMBRE

El sistema que ahora declina también tuvo su frontera representada por el retorno del hombre como protagonista. Un sistema que, una vez superado el punto de despegue, discurrió por distintos momentos de crecimiento no siempre acordes con la búsqueda del bien común que uno de sus profetas preconizó en las brumosas tierras escocesas.
Al impulso inicial del hombre, le sucedió la deshumanización de aquello que se dio en llamar la Primera Revolución Industrial, seguida de un afán optimizador sustentado en la máquina que sólo podía desembocar en el triunfo de la tecnología para acabar finalmente en una huida hacia delante protagonizada por la especulación financiera y la impotencia de los poderes públicos.
Volvemos a encontrarnos en tiempos de frontera, momentos de inflexión y revolución dilatada. Tiempos en los que las ideas nacen huérfanas de una estructura que las ampare, aflorando como torbellinos de resistencia a la decepción y el abatimiento. El mundo que conocimos no ha fracasado, simplemente queda atrás, incapaz de acompañarnos en la búsqueda de nuevos retos y certezas. Es una Época de Incertidumbre, pero no basada en el miedo a la perdida de lo conocido, sino en la esperanza de encontrar la oportunidad en lo desconocido.
Muchas son las propuestas, casi todas ellas basadas en la creencia de la reforma, cuando, en realidad, confirman la necesidad de una nueva fundación. La mayoría de nuestras ideas, organizadas en tendencias, corrientes, proyecciones o profecías, coinciden en la misma evidencia: necesitamos al hombre, el único capaz de sobreponerse a la tiranía de la decadencia y el abuso de los oportunistas.
El mundo de relaciones económicas que conocemos podrá desaparecer en el torbellino de sus éxitos, las turbulencias crecientes acabarán por imponerse a los dioses tecnológicos y el mito globalizador. Al final, una vez más, sólo nos quedará el Hombre.
El renacimiento traerá la nueva fundación. Es pronto para adelantar escenarios más allá de sueños, deseos y temores. Sólo dos cosas son seguras. El Hombre construirá un nuevo horizonte y, pasados los años y quizás siglos, la frontera retornará con toda su fuerza. No puede ser de otra manera porque en ello se basa nuestra fuerza y la creencia de que el progreso es nuestro destino.
Llevamos décadas aproximándonos a la frontera, confundiéndola con el horizonte conocido, adjudicando las nuevas ideas a las reformas del sistema que agoniza. Pero ahora, por fin, hemos alcanzado ese lugar en el que ya no existe horizonte, sólo frontera. Quienes se niegan a alcanzarlo, hablan de refundación, regeneración y reconversión en un océano de regresiones, depresiones y confusión. Pero llega el momento de los pioneros, auténticos emprendedores que abrirán senderos y descubrirán nuevos lugares donde encontrarnos para fundar nuestras comunidades económicas, políticas y sociales. Mejores que las que conocemos con toda seguridad, pero nunca definitivas, ni perfectas porque en eso consiste nuestro destino: progresar.

6 comentarios:

  1. Hola Jose Luis:
    Son muchas las ideas, profundas ideas, que destacaría. Ideas susceptibles de ser debatidas y analizadas en foros de pedigrí, donde se toman "las decisiones". Pero eso no va a ser posible, así que modestamente cuenta con mi complicidad incondicional libre de todo desánimo.
    Destacaría muchos párrafos, pero me voy a quedar con uno: "Muchas son las propuestas, casi todas ellas basadas en la creencia de la reforma, cuando, en realidad, confirman la necesidad de una nueva fundación".
    Simplemente impecable.
    Un abrazo.

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  2. Hola Javier siempre es un placer tenerte y recibir tus comentarios.
    Hay algo seguro: algo está pasando.
    Cuidate

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  3. Hola José Luis:

    Creo que este párrafo, de alguna manare, además de darnos pistas, resume perfectamente la idea.

    "Es una Época de Incertidumbre, pero no basada en el miedo a la perdida de lo conocido, sino en la esperanza de encontrar la oportunidad en lo desconocido."

    Genial. Un abrazo

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  4. HOLA FERNANDO
    ESO ESPERAMOS, GRACIAS

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  5. Tu particular viaje, del cual hemos podido ir siendo testigos, nos ha llevado a la frontera.Atrevámonos a cruzarla entre todos, pero con realismo.
    Me gusta el reto. No estás solo.

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  6. Hola Astrid
    Muchas gracias por tu comentario y tus ánimos.
    Nos atrevemos!

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