sábado, 25 de junio de 2011
TORRENTES
Siempre me ha gustado ver los sistemas económicos como un rio que nace, discurre y finalmente, no muere sino que pasa a integrarse en un océano de experiencias acumuladas.
En su origen, un sistema es una pequeña corriente, exigua y apenas perceptible, pero inexorable en su empuje. Poco a poco, cobra fuerza hasta convertirse en un torrente difícil de parar, sortea cañones y gargantas hasta que fluye libre en llanura, creciendo en su caudal. Los meandros son turbulencias temporales que, lejos de acelerar, frenan su inquietud momentáneamente, hasta que finalmente pierde toda su fuerza en el delta que le conduce a los mares de la memoria.
El capitalismo libre de mercado llevado a sus máximas consecuencias, más allá incluso de lo que Friedman o Von Hayek imaginaron, el desastre de las economías planificadas y los experimentos del socialismo de mercado llegan a su fin en un delta donde todo se maximiza, perdiendo su esencia, pero que, lejos de ser una expresión de victoria, consagra el inicio de la memoria.
Pero, en estos momentos, lejos de la desembocadura, otros torrentes comienzan a tomar forma en las montañas de la Luna, anónimos, imperceptibles, pero coincidentes y radiantes. No hay paradigmas, leyes ni principios porque la llanura del deseo todavía no se percibe en el horizonte. Pero la esperanza crece y quienes habitan en ellas saben con certeza que un nuevo río, un nuevo sistema está a punto de nacer. Casi todos se disponen a nadar contra corriente porque en ello radica su grandeza. Algunos, aquellos que no se encuentran en el delta, están preparados para dejarse llevar por la corriente, crédulos de su fortuna. Pero desconocen su destino, morir en el pasado.
Es la Frontera.
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El río de la vida, el río que nos lleva, el río que nace. Cada uno navegamos por nuestro propio río.
ResponderEliminarFantástico, me ha encantado.
Un abrazo
Gracias Fernando
ResponderEliminarSiempre es un placer tenerte en la Frontera.
Cuidate
Me ha gustado mucho tu metáfora poética. Hace muchos, pero nmuchos años este consejo cariñoso "no se debe nadar contra corriente" es inutil, te cansa y al final mueres o te arrastra.
ResponderEliminarAsí se ha escrito la historia. Nada permanece, ni lo justo ni lo injusto, se van alternado pero eso si en espiral, porque en medio de toda esta vorágine llamada vida se va avanzando.
Un abrazo y buen finde
Hola Katy
ResponderEliminarPero si te dejas llevar por la corriente, también mueres, pero en el olvido...
¡qué dilema!
Hola Jose Luis:
ResponderEliminarEs cierto. Veo todas las señales. Todo nos indica que así será, esperemos que llegue a tiempo.
Un abrazo.
Hola Javier
ResponderEliminarY que lo veamos juntos....
Cuidate